viernes, 1 de abril de 2011

"Por Fuego y Agua"


Al igual que se pasa el hierro por el fuego y por el agua;
pasa Dios mi existencia por durezas y dulzuras a la par.
De la intriga me pregunto:
"¿Por qué Dios pasas esta cruda hoja de espada
tantas veces bajo el fuego y bajo el agua?"

Tan lógica como mística aparece la respuesta:
En las extremas temperaturas de la naturaleza y
los ciclos del tiempo y del espacio,

brota el más increíble y puro metal digno de hoja divina.

¿Es entonces sabio, padre mío,
pensar en ti como un herrero omnipotente

que manda a este ciervo suyo
al mundo como hierro a la brasa?
¿Qué el propósito de mi forja es crear en mí el arma perfecta?
A veces me pregunto el propósito último y
absoluto de mi existencia.

Mas lo acepto de profundo corazón,
pues sé a fe ciega que conlleva al más grande propósito.

No me importa quemar mi alma en tentaciones y falsedades.

Tener que lucharlas mil veces al día;
Si es eso lo que me dará fuerza para
cuidar a la gente que tanto amo.

No importa si las cruces del mundo
entero caen sobre mis hombros,

si puedo hacer que los niños dejen
de cargar con las cruces de los hombres.

No me importa amar sin ser
respondido de la misma forma,
porque dentro de mí sé que de dar amor
solo se puede recibir amor de vuelta.

No me importa tener que morir,
bajar al infierno, y salir luchando de él

de vuelta a Tierra para seguir en batalla;
si es que al final de todo eso
obtendré un mundo mejor para la gente que amo
hoy y la que amaré mañana.

No me importa que me pruebes una
y otra vez Dios mio,

pero no me niegues la fuerza necesaria para
cuidar a tu pueblo y enfrentar a tus enemigos.
Por ti, para ti, en ti, por siempre... mi Dios.


"Para cambiar al mundo, se comienza por uno mismo.
Y para cambiarse a uno mismo, se necesita Fe. "

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