Hace ya muchas lunas, y muchos soles,
y giros de estrellas que no transcribo mi pensamiento
de prosa a verso.
Hace muchos días que no lo hago.
Será porque era el papel quien me ayudaba y me soportaba.
En esos días de soledad cuando la luna caía por mi ventana,
y mi oración se escapaba por su ranura,
tratando de alcanzar el cielo.
Y cuando menos lo esperaba... llegó.
Desde el día en que vine al mundo
pasaron meses y muchos años.
26 Inviernos y 26 Veranos.
Y fue así que una tarde predestinada por la vida,
encontré sin encontrar lo que siempre había buscado.
Pícara jugada de la suerte, lo veía y no lo veía.
Lo que siempre quise, y por siempre esperé...
Tonto yo busqué algo que siempre quise,
y Dios me lo había ocultado en matices que mi
torpe vista no distinguía.
Como un regalo envuelto en capas,
yo descubrí lo que buscaba.
Como la noche de Pascua de mi más dulce infancia,
Dios me bendijo con la más dulce ansiedad de abrir un
regalo por tantos días. Hasta que un día frente a mí,
se mostró como un ángel caído del cielo.
Y se volvió mi luz.
Mil y una veces esperé.
Y mil de ellas soñé con encontrar y me cansé de esperar.
Justo cuando ya no esperaba, estabas allí.
Me devolviste la Fe y me devolviste la Fuerza.
Le diste inspiración a esta vida sin colores.
Después de ya no creer en nada, después de cansarme de esperar,
apareciste TÚ; y supe que ya no hay nada más que esperar.
Mi búsqueda se terminó.
Y este regalo que cayó del cielo entre mis brazos,
no lo quiero dejar ir.
Me volví egoísta del aire que respiro.
Pues no solo lo quiero, si no mas lo necesito.
Al final fue bueno cansarme de esperar,
porque fue allí donde estabas tú.
Al final de un túnel negro como la noche sin luna,
apareciste tú como luz de alba, y me diste amor.
"Cuando en verdad algo es tuyo lo dejas ir. Si realmente es tuyo vuelve a ti. Si no lo hace, nunca lo fue. Pero nadie te dijo que tan difícil era dejarlo ir... ten FE!!"
y giros de estrellas que no transcribo mi pensamiento
de prosa a verso.
Hace muchos días que no lo hago.
Será porque era el papel quien me ayudaba y me soportaba.
En esos días de soledad cuando la luna caía por mi ventana,
y mi oración se escapaba por su ranura,
tratando de alcanzar el cielo.
Y cuando menos lo esperaba... llegó.
Desde el día en que vine al mundo
pasaron meses y muchos años.
26 Inviernos y 26 Veranos.
Y fue así que una tarde predestinada por la vida,
encontré sin encontrar lo que siempre había buscado.
Pícara jugada de la suerte, lo veía y no lo veía.
Lo que siempre quise, y por siempre esperé...
Tonto yo busqué algo que siempre quise,
y Dios me lo había ocultado en matices que mi
torpe vista no distinguía.
Como un regalo envuelto en capas,
yo descubrí lo que buscaba.
Como la noche de Pascua de mi más dulce infancia,
Dios me bendijo con la más dulce ansiedad de abrir un
regalo por tantos días. Hasta que un día frente a mí,
se mostró como un ángel caído del cielo.
Y se volvió mi luz.
Mil y una veces esperé.
Y mil de ellas soñé con encontrar y me cansé de esperar.
Justo cuando ya no esperaba, estabas allí.
Me devolviste la Fe y me devolviste la Fuerza.
Le diste inspiración a esta vida sin colores.
Después de ya no creer en nada, después de cansarme de esperar,
apareciste TÚ; y supe que ya no hay nada más que esperar.
Mi búsqueda se terminó.
Y este regalo que cayó del cielo entre mis brazos,
no lo quiero dejar ir.
Me volví egoísta del aire que respiro.
Pues no solo lo quiero, si no mas lo necesito.
Al final fue bueno cansarme de esperar,
porque fue allí donde estabas tú.
Al final de un túnel negro como la noche sin luna,
apareciste tú como luz de alba, y me diste amor.
"Cuando en verdad algo es tuyo lo dejas ir. Si realmente es tuyo vuelve a ti. Si no lo hace, nunca lo fue. Pero nadie te dijo que tan difícil era dejarlo ir... ten FE!!"